Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

tapas de revistas
Revista Atlántida
Revista Atlándida
Extra
06/1965

Era un día fresco y nublado. Nos instalamos a pocos metros de la tumba, en el cementerio de la Chacarita. Al rato llegó una señora ya entrada en años y depositó un ramo de flores frescas, junto a otras ya mustias que cubrían el pie del monumento. Unos minutos después un joven se detuvo en silenciosa admiración. Así sucedieron los homenajes. Gente de todos sectores, de cualquier edad.
El sol empezaba a romper las nubes cuando un muchachito tucumano, con un ramo de flores rojas y blancas se acercaba a esa tumba. A la tumba de Gardel. Como muchos lo han hecho en los últimos treinta años, se acercó reverente y miró la estatua como si quisiera adentrarse en el misterio de una popularidad que no tiene límites, ni explicaciones sencillas.
Ese muchacho era Ramón Palito Ortega, un muchacho que, con otras canciones y otro estilo, va transformándose en la imagen querida y también enigmática de todo un pueblo.
Esos dos extremos —del tango rencoroso y nostálgico a la canción desenvuelta de esta década— comprenden, de algún modo, gran parte de nuestra vida argentina.
Porque la música que un pueblo elige es aquella que crea. No es un problema de belleza o perfección, sino simplemente de expresarse con las palabras y ritmos que le sean más propios.
Por eso ATLANTIDA ha elegido este tema para la segunda entrega de su suplemento,. Porque consideramos que, al margen de las anécdotas amenas o dramáticas —y que también tienen su significado profundo—, estas páginas son la historia viva y palpable del sentimiento argentino. De un sentimiento que oscila entre la nostalgia enlutada de un pueblo cosmopolita y sin pasado y la necesidad de crear una realidad fuerte y nueva. Tango, folklore, twist y baladas son, sin duda alguna, una clave para conocernos a fondo.
Hemos trabajado intensamente en este intento. Jorge Koremblit no sólo aportó su experiencia de profesional y su capacidad para analizar los hechos, sino también —y esto es muy importante— sus vivencias personales en el mundo del tango. Mario Espósito nos trajo su conocimiento directo de todo el fenómeno de la nueva ola, más un análisis en profundidad de sus motivaciones. A ellos se agregaron el aporte de expertos en “gardeología”, como Luis Formento y el doctor Luis Adolfo Sierra, y personalidades del espectáculo tan importantes como Blackie, Tita Merello, Astor Piazzolla y muchos otros. Pudimos también conversar con Francisco Canaro, una semana antes de su muerte.
El resumen de la paciente investigación en archivos, las interminables charlas nocturnas, la búsqueda encarnizada de material fotográfico, están presentes en las páginas que siguen.
Tenemos la confianza de haber cumplido con uno de nuestros propósitos iniciales: conocernos sobre la base de una de nuestras expresiones más espontáneas y libres.
LUIS PICO ESTRADA
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