Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Revista El Gráfico
El Gráfico
Tapa Boxeador León Spinks
El año del deporte argentino
Basta recorrer la agenda de este 1978 para comprender por qué le ponemos semejante calificativo. Todos acontecimientos MUNDIALES. El de hockey sobre césped a realizarse del 18 de marzo al 2 de abril, el de polo en abril, el de clubes campeones de básquetbol del 19 al 24 de junio, el de hockey sobre patines en agosto o setiembre en San Juan, la olimpíada de ajedrez del 27 de octubre al 10 de noviembre, el de fútbol —suceso histórico y culminante del año — del 1º al 25 de junio. A ellos se debe agregar la creciente expectativa que provocan Reutemann y Vilas con cada una de sus presentaciones. Y ahora, la posibilidad de que —nada menos — Alí y Spinks concreten su revancha en el Luna Park en velada que serviría para que se presente también nuestro campeón, Víctor Galíndez. Deportistas argentinos y extranjeros llenarán jornadas y jomadas que habrán de rivalizar en jerarquía, color y emoción. Quedará de paso demostrada (así lo ansiamos fervorosamente) nuestra capacidad de PODER HACER.
Es como si de pronto viéramos florecer nuestras más profundas inquietudes. Si hasta pareciera que al influjo de ese saludable estado de ánimo general todos se sintieran con más fuerzas que las normales para afrontar aventuras riesgosas. Allí está el caso de Obras Sanitarias. Que no sólo se prepara para repetir el éxito organizativo de la Copa "William Jones", sino que se ha "atrevido" a contratar a una figura de la dimensión del brasileño Gilson. Una contratación que de acuerdo con la comparación gráfica de los especialistas del básquetbol "es como si River o Boca contrataran a Rivelino". Ojalá este episodio signifique un hito revertiendo un proceso que tantas lamentaciones ha provocado. El deporte argentino está cansado —y dolorido — de ver alejarse a sus mejores figuras en busca de horizontes más fértiles. Muchas veces hemos tenido que hablar del "caso Dazzán", del "caso Ibarra", del "caso Raffaelli", del "caso Tito Steiner". Y ni hablar del fútbol. . . Por eso quisiéramos que si lo de Gilson es una excepción difícil de emular, al menos este año venturoso sirva para que lo bueno que tenemos empiece a encontrar en nuestro país las condiciones necesarias para desarrollarse.
Por eso —también — los que ya están vendiendo a Villa, a Bertoni, a Houseman, a... después del Mundial, traten —en cambio — de estudiar fórmulas para revitalizar nuestro fútbol repatriando a Kempes o Babington. O comprando a Rivelino...
Porque sería bueno que EL AÑO DEL DEPORTE ARGENTINO termine con ganas de seguir en 1979. Y en el caso especial del fútbol no concluya el 26 de junio de 1978.. .
EL GRAFICO
21.02.1978
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