Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado
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LA RADIO FRENTE A LA TELEVISION Estamos en vísperas de un acontecimiento que señalará toda una era dentro del campo radioeléctrico argentino porque la televisión — de ella hablamos — ha de significar, fuera de todo, el nacimiento de un nuevo capítulo en la historia del espectáculo en nuestro país. La proximidad de la televisión como vehículo orgánico de las expresiones artísticas y culturales que más ascendencia ejercen sobre el público, ha provocado el recelo de cierta gente calificada de la radio y del cine, que creen ver en su implantación corriente a un enemigo de considerable fuste para el normal desarrollo de sus respectivas actividades. Presienten esas personas que el advenimiento de la televisión, como espectáculo incorporado a los hábitos y preferencias populares, implicaría la muerte de la radio y del cine porque al popularizarse aquélla y ponerse su uso al alcance de una gran mayoría, muy escaso será el público que continúe prestando atención a un vehículo de difusión tan pasado de moda como la radio y en cuanto al cine, su interés también se vería disminuido en virtud de que, como sucede en los Estados Unidos, buena parte de los programas que se televisan están conformados por películas que llegan hasta los hogares con la misma nitidez con que el espectador puede presenciarlas desde las butacas de una sala. Se enfrenta así la televisión en nuestro país con una muralla de prevención cuyo alzamiento no se justifica de ninguna manera y no hay más que remitirnos a lo que sucede en otras partes del mundo donde ella viene funcionando desde hace años sin detrimento para la radio y la pantalla para que comprendamos hasta qué punto resulta ilógica esa forma de mirar recelosa con que se asiste a los nerviosos preparativos de su inauguración. Entra en el cálculo de posibilidades que cierto porcentaje de radioescuchas, ante la novedad, la perfección y la comodidad de la televisión, cambie su actual receptor por la pantalla televisora, pero eso no significa que el inmenso caudal de oyentes que existe en todo el país reniegue definitivamente de la radio para convertirse en un adepto de la televisión. Las mismas radios tienen en sus manos la solución para remediar esa merma que pueden experimentar en su cantidad de escuchas. Con armar buenos programas, mantener siempre vivo el interés del público, acercar al micrófono números que constituyan verdaderas atracciones y, en una palabra, presentar un espectáculo que nada tenga que envidiar en calidad al que ofrezca la televisión aunque ésta le lleve la ventaja de la imagen, estamos plenamente convencidos de que las emisoras han de seguir contando con los mismos auditorios que en la actualidad. Pero, indiscutiblemente, hay que trabajar de firme. Con ser numerosas las transmisoras de televisión que funcionan en Estados Unidos, creemos que llegan al centenar, en la república del norte suman millones y millones los receptores de radio que hay entre la población norteamericana como una demostración inequívoca de que la televisión no ha desplazado totalmente a los oyentes radiales y que ellos se conservan fieles al aparato amigo de todas sus horas. Pero los yanquis han conseguido mantener ese interés merced a programas estructurados con habilidad y sin dejarse aventajar, en lo que respecta a calidad y atracción popular, por los confeccionados para las pantallas televisoras. Y nuestras radios deben hacer lo mismo... QUEDA INAUGURADA EL MIERCOLES PROXIMO LA TV EN HOMENAJE AL DIA DE LA LEALTAD Nos encontramos prácticamente a una semana de la fecha en que Radio Belgrano, cumpliendo un magnífico esfuerzo en el campo de las actividades radioeléctricas, nos entregue, convertida en una maravillosa realidad argentina, la televisión como un acontecimiento de grata resonancia en nuestro país. Las autoridades gubernamentales, que en todo momento estimularon la iniciativa de Radio Belgrano en el sentido de que también pudiera contar Buenos Aires, como las ciudades más adelantadas del mundo, con una transmisión televisora, allanaron todas las dificultades existentes para que la realidad nos trajera en corto plazo un vehículo que es síntesis del progreso moderno en la materia. Y así fué como ese resuelto apoyo del gobierno del General Perón, traducido en el esfuerzo de técnicos y obreros, ha quedado reflejado en la instalación de un equipo, el de mayor potencia del mundo, que entrará en funcionamiento en una fecha que por muchos conceptos vive imperecedera en el recuerdo del pueblo argentino. LA INAUGURACION El miércoles de la próxima semana, 17 de octubre, “Día de la Lealtad” Radio Belgrano televisará su programa inaugural con una transmisión extraordinaria en el transcurso de la cual se evocará la fecha que se celebra en todo el país. Para que el acto de la Inauguración adquiera toda la repercusión popular que se espera, teniendo en cuenta la expectativa con que el público aguarda la implantación de la televisión en Buenos Aires, se han de distribuir ese día más de 5.000 pantallas televisoras en toda la ciudad, ya sea en plazas, negocios comerciales o lugares estratégicos, a fin de que la recepción pueda ser gustada por una cantidad mayor de espectadores. Eso en lo que concierne a la transmisión inaugural y a principios del mes de noviembre, Radio Belgrano iniciará sus tareas regulares de televisión, con programas orgánicos que se propalarán desde los estudios centrales de la emisora. 15 MILLONES DE PESOS Se calcula que el costo aproximado de la instalación significa 15 millones de pesos, para amortizar los cuales Radio Belgrano deberá pagar cuotas mensuales de 600.000 pesos. La televisión en el campo didáctico tendrá amplia y provechosa aplicación. La emisora de referencia, de acuerdo a los términos del compromiso adquirido, se ha comprometido a instalar en todas las escuelas primarias, secundarias, técnicas e institutos universitarios, aparatos de televisión, mediante los cuales se impartirán enseñanzas y se televisarán programas destinados a ese género de espectadores. Pie de fotos -El ingeniero Mack Koeble y Enrique T. Susini, observando una transmisión experimental. -Augusto Codecá, Vito Donato Savia y otras figuras conocidas de Radio Belgrano observan el manejo de un aparato captador de imágenes, durante una transmisión de prueba. -Mirtha Legrand es poseedora de un magnifico aparato receptor de televisión. Revista Antena 09/10/1951 |