Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado
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DIFUSION La prensa del peronismo En todos los círculos politizados un tema comienza a atrapar atención: la prensa peronista. Los medios de comunicación, escritos, orales y televisivos, constituyen una suerte de poder independiente dentro de la sociedad. En los últimos días ese aspecto del programa que deberá aplicar el Frente Justicialista de Liberación resulta uno de los que concitan mayores interrogantes. En efecto, ¿cómo funcionará la prensa, a partir del 25 de mayo? La respuesta cambia según el interlocutor justicialista que intente desplegar los términos de la política de prensa. “El movimiento nacional —dijo a Panorama Tulio Jacovella, director del matutino Mayoría— requiere su propia prensa, como avanzada y síntesis de una cultura nueva, popular. Este objetivo es perfectamente compatible con la libertad de prensa.” Jacovella regresó, pocos días atrás, de una entrevista con Juan Perón, en la Puerta de Hierro. Según afirma el veterano periodista, Perón no innovará en el sector periodístico. “Perón —dijo Jacovella— es partidario de una absoluta libertad de prensa. Eso sí, cuando se trata de instrumentos al servicio de un capital que busca minar el Estado, la cuestión ya es distinta.” Otros sectores del peronismo estiman que el Frejuli llevará una política dura en ese área. Por ejemplo: la Juventud Peronista opina que no se privatizarán las radios (un componente fundamental de la comunicación, no sólo periodística) y se implantará un posible control estatal. En esta vertiente del justicialismo también se especula con la salida de una ley de prensa. En relación con las radios, Jorge A. Napp, director del órgano oficial justicialista Las Bases, habló en la asamblea de la Asociación Interamericana de Radiodifusión, realizada tres semanas atrás en la República Dominicana. Allí, Napp, enviado del presidente electo, explicó que el próximo gobierno respetará la gestión privada en la radiodifusión; también, deslizó que las emisoras, hoy en manos del Estado, volverán a los particulares. Respecto de una posible ley de prensa, Vicente Solano Lima, al despedir a Cámpora, el jueves 26, dijo: “No hay noticias sobre la ley de prensa, así que el honor de los argentinos estará siempre en manos de la prensa”. LA PRENSA PERONISTA. A partir del 16 de septiembre de 1955 la prensa peronista discurrió por canales nada seguros, más bien clandestinos. La aparición de periódicos y semanarios no fue sistemática; por el contrario, registró un carácter irregular. En los últimos 18 meses, en cambio, esa situación varió. La primera publicación peronista fue Las Bases, órgano oficial del Movimiento Nacional Justicialista, directamente orientada por José López Rega, secretario privado de Perón; posteriormente, apareció Primera Plana peronista, financiada por el industrial Jorge Antonio y canal de expresión de las ideas del Comando Tecnológico, un organismo dirigido por Julián Licastro; finalmente, en noviembre de 1972, nació Mayoría, un matutino que expone la óptica del sector nacionalista que milita en el peronismo. ¿Qué pasará antes del 25 de mayo? Sectores duros, los que se enrolan en la llamada Tendencia Revolucionaria, se aprestan a sacar un semanario dentro de pocos días: El descamisado. El abogado Mario Hernández dirigirá este tabloid semanal que actuará como vocero oficioso de ese sector del peronismo. ¿Qué novedades habrá después de esa fecha? Ya es oficial que, pocos días después del ascenso del Frejuli, reaparecerá Primera Plana. La revista seguirá funcionando con los fondos de Jorge Antonio, pero su orientación será diferente de la impresa en la difunta Nueva Plana. En efecto, aún se está elaborando la línea ideológica de ese semanario. Lo que se sabe: Primera Plana tratará de convertirse en una revista de relativa independencia, emulando su antigua época. Se supo por diversos canales que Jorge Antonio está rearmando el staff periodístico; al parecer busca captar profesionales no comprometidos, directamente, con agrupaciones políticas. Por lo pronto, la desaparición de Nueva Plana no obedeció, en lo esencial, a razones financieras; antes bien, fue el requisito para una depuración ideológica; el desplazamiento del equipo “tecnológico” liderado, desde afuera, por Licastro. Este sector se expresará a través de El descamisado. Algunas publicaciones peronistas pegarán un salto en su capacidad informativa. Es el caso de Mayoría. “Estamos en pleno proceso de dimensiona-miento del diario —afirmó Jacovella a Panorama—. Ampliaremos la circulación y vamos a incorporar nuevas secciones. Por ahora, sin embargo, no compraremos una imprenta. Eso vendrá después, cuando la necesitemos.” Jacovella señaló que Mayoría “no será un periódico oficialista, aunque trate de ayudar con sus ideas al cumplimiento del programa nacional”. PUNTOS IRRITANTES. La Juventud Peronista logró anotarse un tanto a favor, hace dos semanas, cuando ofreció una conferencia de prensa, para definir su postura frente a la situación de Códex. La presencia de Juan Manuel Abal Medina en esa reunión pareció a los observadores una suerte de definición del Frejuli; pero, cabe recordar, las Pautas Programáticas no postulan la nacionalización de esa empresa, que reclama Raimundo Ongaro, desde la Federación Gráfica Bonaerense. El otro aspecto irritante es la política de radiodifusión. Ciertos voceros del Frejuli aseguran que la política de privatización seguirá la línea trazada por Alejandro Lanusse; argumento: la situación deficitaria de las radioemisoras estatales. Los mismos voceros estiman que el gobierno buscará ofrecer las radios a ciertas universidades, como sucede en varias capitales del interior del país. En materia de televisión, seguirá teniendo vigencia un canal estatal. Todos los sectores del peronismo coinciden en que la libertad de prensa será garantizada. Incluso se advierte que es conveniente la existencia de periódicos opositores, como La Prensa, para saber qué piensan los adversarios. En otro ámbito se afirma que habrá novedades. El Frejuli trataría de expandir a la agencia oficial Telam mediante filiales latinoamericanas, impulsando la competencia, en principio, dentro de las fronteras de los países limítrofes. M.V. Revista Panorama 3/5/1973 |