Esa espléndida Marilyn Monroe
Vale algo más de un millón de dólares
Ni exótica ni misteriosa, la chica del calendario se casó en secreto
SI los norteamericanos no pudieron conservar el secreto de la bomba atómica, tampoco podrían mantener en reserva el casamiento secreto de esa otra bomba que conocemos con el nombre de Marilyn Monroe.
Marilyn es esa muchacha que en poquísimo tiempo ha superado con espíritu ciento por ciento hollywoodense las trayectorias violentamente publicitarias de Jean Harlow, Lana Turner y Rita Hayworth. Con su primera película fué considerada por la critica como la nueva Jean Harlow del cine. Pronto superó los clásicos pullovers de Lana Turner, al mostrarse más desabrigada que ésta. Poco le costó luego descalificar del gusto popular a la excitante Rita.
Se dice que inició su carrera posando totalmente desnuda para un calendario. Alguien le ha hecho decir que es cierto. Que ése era su trabajo y que ella tenía hambre. Fué ése un eficaz sistema publicitario bien aprovechado por los colosos del cine, que llegaron a poner precio por aquella hojita impresa tasando la pieza en no menos de un millón de dólares.
La verdad es que nadie podría asegurar que esa figura es la de Marilyn Monroe. Menos aún la de la Marilyn Monroe de nuestros días. De esta Marilyn diferente que ha transpuesto, mostrándose mucho, toda suerte de “sex appeal"
Ya hemos visto un anticipo de lo que será su primera producción en cinemascopio, que en castellano se llamará seguramente algo así como “Cómo casarse con un millonario", y que lleva por título en inglés “How to marry a millonaire”. En realidad no nos hacía falta verla en modo dimensional para apreciarla en toda su contextura física. Muy por el contrario. El éxito de Marilyn no reside en sus formas, en su físico ni en la habilidad de sus agentes publicitarios. El éxito de Marilyn parece afincarse en sus modales sencillos. En sus vestidos sin género. En esa naturalidad de la muñeca que ya posó desnuda para una hojita del almanaque.
Ni exótica ni misteriosa, sigue siendo la chica del calendario, y sigue posando, ahora por muchos dólares, para los calendarios de edición propia. Su vida parece estar unida a esas tarjetas numeradas que nos indican en qué día vivimos. Tenía ella 16 años cuando posó por primera vez por diez dólares y también cuando contrajo su primer matrimonio con un tal Daugherty del que pronto tuvo que divorciarse. Por entonces ingresó en la Columbia como simple extra. Pero la despidieron porque era demasiado flaca y desgarbada.
Actualmente "Marilyn Monroe pinup calendar for 1954" se vende en millones de ediciones a dólar por cabeza. Marilyn caza en secreto un apuesto caballero multimillonario. La 20th. Century Fox renueva su contrato por años. Filma con ella en la más moderna expresión cinematográfica: el cinemascopio... pero Marilyn sigue siendo la chica del calendario... claro que ahora vale algo más de un millón de dólares...
Revista PBT
30.04.1954
Vale algo más de un millón de dólares
Ni exótica ni misteriosa, la chica del calendario se casó en secreto
SI los norteamericanos no pudieron conservar el secreto de la bomba atómica, tampoco podrían mantener en reserva el casamiento secreto de esa otra bomba que conocemos con el nombre de Marilyn Monroe.
Marilyn es esa muchacha que en poquísimo tiempo ha superado con espíritu ciento por ciento hollywoodense las trayectorias violentamente publicitarias de Jean Harlow, Lana Turner y Rita Hayworth. Con su primera película fué considerada por la critica como la nueva Jean Harlow del cine. Pronto superó los clásicos pullovers de Lana Turner, al mostrarse más desabrigada que ésta. Poco le costó luego descalificar del gusto popular a la excitante Rita.
Se dice que inició su carrera posando totalmente desnuda para un calendario. Alguien le ha hecho decir que es cierto. Que ése era su trabajo y que ella tenía hambre. Fué ése un eficaz sistema publicitario bien aprovechado por los colosos del cine, que llegaron a poner precio por aquella hojita impresa tasando la pieza en no menos de un millón de dólares.
La verdad es que nadie podría asegurar que esa figura es la de Marilyn Monroe. Menos aún la de la Marilyn Monroe de nuestros días. De esta Marilyn diferente que ha transpuesto, mostrándose mucho, toda suerte de “sex appeal"
Ya hemos visto un anticipo de lo que será su primera producción en cinemascopio, que en castellano se llamará seguramente algo así como “Cómo casarse con un millonario", y que lleva por título en inglés “How to marry a millonaire”. En realidad no nos hacía falta verla en modo dimensional para apreciarla en toda su contextura física. Muy por el contrario. El éxito de Marilyn no reside en sus formas, en su físico ni en la habilidad de sus agentes publicitarios. El éxito de Marilyn parece afincarse en sus modales sencillos. En sus vestidos sin género. En esa naturalidad de la muñeca que ya posó desnuda para una hojita del almanaque.
Ni exótica ni misteriosa, sigue siendo la chica del calendario, y sigue posando, ahora por muchos dólares, para los calendarios de edición propia. Su vida parece estar unida a esas tarjetas numeradas que nos indican en qué día vivimos. Tenía ella 16 años cuando posó por primera vez por diez dólares y también cuando contrajo su primer matrimonio con un tal Daugherty del que pronto tuvo que divorciarse. Por entonces ingresó en la Columbia como simple extra. Pero la despidieron porque era demasiado flaca y desgarbada.
Actualmente "Marilyn Monroe pinup calendar for 1954" se vende en millones de ediciones a dólar por cabeza. Marilyn caza en secreto un apuesto caballero multimillonario. La 20th. Century Fox renueva su contrato por años. Filma con ella en la más moderna expresión cinematográfica: el cinemascopio... pero Marilyn sigue siendo la chica del calendario... claro que ahora vale algo más de un millón de dólares...
Revista PBT
30.04.1954
