Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado
VISITAS La hora gloriosa del tercerismo A propósito de la visita de Isabel Martínez a China, el señor Pablo Doudchitzky, profesor de español en la Universidad de Pekín (1963-1966), y corresponsal en el mismo período del diario chileno “Ultima Hora’’, trasmite a través de Panorama su interpretación del acontecimiento: Isabel Martínez recibió en Pekín la más distinguida recepción a la que pueda aspirar una personalidad sin investidura oficial en la República Popular China. Le dio la bienvenida en nombre del pueblo y el gobierno chino el conocido científico Chou Pei-yuan, vicepresidente del Instituto del Pueblo Chino para las Relaciones Exteriores, y su esposa Wang Ti-cheng. La recepción a la esposa de Perón fue reforzada por la presencia de otros dos grandes notables en el banquete ofrecido por los anfitriones: la de Kuo Mo-jo, vicepresidente de la Asamblea Popular Nacional (Parlamento) y presidente de la Academia de Ciencias, y la de Shen Chien, responsable de la Asociación de Amistad Chino-Latinoamericana. Chou Pei-yuan (sutil, cortés y extremadamente inteligente), es un famoso físico especializado en turbulencias y graduado en la Universidad de Berkeley (Estados Unidos), de donde regresara antes del triunfo del Ejército Rojo de Mao Tse-tung sobre el Kuo Ming-tang de Chiang Kai-shek. Renunció así a los fastos de la docencia en una universidad norteamericana para asumir la modestia de una vida sencilla, dedicada al trabajo en su propio país. Su posición en la jerarquía social de la R. P. Ch. cede, entre los no miembros del partido Comunista que acceden empero a la jerarquía máxima del poder, sólo ante Kuo Mo-jo y la señora Sun Ching-Lin, viuda del fundador de la República —Sun Yat-sen—, y es equiparable a la de veneradas personalidades pekinesas como Chu Tu-nan, el casi centenario presidente de la Asociación Chino-Latinoamericana. Chou Pei-yuan, quien ya en 1929 —luego de graduarse en la Universidad Chmg-jua de Pekín— se incorporó al cuerpo docente de la misma, tras su regreso a la patria y ejercer la cátedra en la misma universidad, fue nombrado vice-rector de la Universidad de Pekin, la más famosa de la República Popular. En ese cargo continuó, inclusive, tras la tempestad de la Revolución Cultural que cubrió el período 1966-1969, en tanto que muchos de sus colegas eran destituidos o rebajados en su jerarquía por los avatares de aquel complejo proceso político. Chou Pei-yuan ha descripto sus vacilaciones durante el ostracismo estadounidense: “Mientras la zozobra me acosaba, el Ejército Popular de Liberación dirigido por el partido Comunista lograba victorias sucesivas. La liberación del norte de China estaba a la vista. A través de tres amigos comunistas y de las informaciones dadas por el corresponsal Edgar Snow, me enteré de la Gran Marcha. Pero en aquel entonces no tenía plena confianza en que el PC. pudiera derribar a Chiang Kai-shek”. Con todo, Chou regresó al país y se incorporó a las filas de los intelectuales patriotas, dirigiendo la Liga Democrática, uno de los partidos aliados a los comunistas en el gobierno de la República Popular. Estos antecedentes revelan la importancia que atribuye el gobierno chino a la visita de Isabel Martínez, calidad que fue ratificada por el banquete que ofreció en su honor el primer ministro Chou En-lai, en desusado gesto de cortesía hacia personalidades sin investidura oficial. Sin duda, son los mejores auspicios para la visita de Juan Perón quien, a no dudarlo, será recibido por el propio Mao Tse-tung. PANORAMA, MAYO 17, 1973 |