Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado
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ATLAS COPCO EL EMPUJE DEL AIRE COMPRIMIDO El rápido desarrollo de la Organización Mundial Atlas Copco, realmente empezó hacia 1950 cuando todos sus recursos se dedicaron exclusivamente a la fabricación y perfeccionamiento de equipos y herramientas neumáticas. Desde entonces, sus actividades se han ¡do expansionando tan rápidamente, que en los últimos diez años se ha cuadruplicado su cifra de negocios. Durante ese mismo período, el número de sus compañías en todo el mundo ha pasado de 4 a 30. En 1873, al fundarse la firma con el nombre de Aktiebolaget Atlas, se hacían productos distintos a los de ahora, desde material ferroviario y calderas de barcos en un principio, hasta motores marinos Diesel. El aire comprimido no habría de aparecer hasta quince años después, cuando la adquisición de una simple herramienta neumática, un remachador, vino a ser el origen de la actual Atlas Copco. Algunos años más tarde, la Empresa se transformó en Nya AB Atlas. Aquel remachador neumático despertó en los técnicos de la Compañía la idea de realizar un profundo estudio sobre el aire comprimido y los principios básicos de su utilización, llegando pronto a la conclusión de que el seguir adelante con el material neumático haría posible que la Empresa se estableciera firmemente en el mercado mundial. En 1948, la Dirección dio un paso atrevido adoptando la resolución de suspender la fabricación y venta de motores Diésel. representaban en aquel tiempo casi la mitad del total de la cifra de ventas. Una de las razones para tomar esta resolución fue que los técnicos de Atlas Copco tenían ya la confirmación de que un nuevo tipo de material neumático, esta a punto de irrumpir a mayor escala en el mercado mundial. El “Método Sueco” de perforación que resultó de estas investigaciones, marcó un hito, y en consecuencia las perforadoras suecas y las barrenas experimentaron una gran demanda. En pocos años su empleo se extendió a todos los países. ORGANIZACION Y PRODUCCION La multiplicidad y variedad de aplicaciones del aire comprimido ha impulsado a Atlas Copco a desarrollar un amplio programa de fabricación, que comprende hoy día varios cientos de productos de diferentes tipos y capacidad, procedentes de sus 8 factorías, que trabajan independientemente entre sí. Cinco de ellas se hallan en Suecia, una en Bélgica, una en Inglaterra y otra en Finlandia. Estas factorías, fabrican productos completos, pero también suministran piezas aisladas a otras compañías de la Organización Mundial, que trabajan para su propio mercado. PROGRAMA DE VENTAS Las ventas de Atlas Copco se dividen en tres grupos principales: El departamento INTEC (INdustrial TEChnique), dirige la distribución en el mercado de aquellos productos de los cuales la industria es el principal consumidor, es decir, compresores estacionarios y sus accesorios, juntamente con una amplia gama de herramientas. Este Departamento se ocupa también de las equipos de pintura por pulverización y dirige el “marketing” de las unidades dentales. Posee una oficina auxiliar encargada de estudiar y planificar los proyectos de instalación de los compresores, así como de prestar el servicio de mantenimiento posterior. Su campo de actuación abarca todos los productos para la minería, desde las perforadoras manuales ligeras, hasta los armazones gigantes para la perforación mecanizada, así como otros productos como palas cargadoras, cabrestantes y lámpara para minas. Además, se encarga en exclusiva de la venta de los equipos de perforación Sandvik Coromant, en todo el mundo excepto Suecia. Tiene sus clientes entre los contratistas, a quienes suministra compresores transportables de pistón y de tornillo, equipo ligero y pesado de perforación y una extensa gama de herramientas, como rompepavimentos, hincapilotes, bombas y apisonadoras. Igualmente este Departamento lleva la venta de motoperforadoras. SERVICIO POST-VENTA El Departamento de Proyectos prepara los esquemas y planos de perforación para la construcción y trabajos en minas. Sus técnicos están siempre dispuestos a acudir con prontitud a las obras, para prestar asesoramiento y resolver las dificultades inesperadas. Atlas Copeo no solo proporciona asesoramiento previo sobre la planificación, instalación y uso de sus productos, sino que también facilita un servicio continuo de mantenimiento posterior. Al lado de ello, estos servicios se prestan en una mayor escala, en la mayor parte de los países, donde la Organización tiene Compañías propias. Los talleres de servicio tanto en las Centrales, como en las Delegaciones, a los que hay que añadir unidades móviles, forman un importante factor en este trabajo. Quien adquiere un producto Atlas Copco, dispone libremente de material informativo detallado. ATLAS COPCO EN ARGENTINA No siempre la empresa encuentra abierto su camino en un mercado, pese a todas las facilidades que ofrece. Es entonces cuando los directivos de la empresa se encuentran en la encrucijada de intentar una mayor participación o eliminarlo. Atlas Copco optó por lo primero para sus equipos de aire comprimido. Aunque no había llegado a tal extremo, Atlas Copco debió detenerse a considerar el crecimiento de sus ventas en la Argentina, donde obviamente comercializaba sus productos a través de un representante. No obstante, pese a todas las previsiones y a la calidad de los productos, ya probada en otros países, las ventas no alcanzaban un volumen razonable. Fue entonces cuando un joven especialista en marketing, el doctor ingeniero José Palomar Baró, que se había iniciado en Atlas Copco de España, se instaló durante cuatro meses en la Argentina, en 1967. Su primer paso fue evaluar las posibilidades de la plaza argentina, lo que incluyó obviamente una investigación de mercado y sus posibles tendencias. El estudio fue presentado a los directivos del Grupo y fue así por las perspectivas halagüeñas que arrojaba, que el joven ingeniero José Palomar Baró se instaló en la Argentina como responsable de Atlas Copco Argentina, que inició sus actividades el 1º de enero de 1968. Su segundo paso fue dinamizar rápidamente la empresa. Mediante la formación de un amplio programa de ventas, los productos que ocupan un lugar de vanguardia en el aire comprimido, fueron ganando una amplia repercusión en el mercado. Productos para la industria, como compresores estacionarios de pistón y de tornillo, herramientas industriales, equipos dentales, productos para la minería, perforadoras y cargadores y, finalmente, equipos para obras públicas, como herramientas para contratistas, y equipos de perforación fueron haciéndose populares en la Argentina. Las ventas de la empresa crecieron así en más de un 100,0 por ciento anual, de tal manera que las realizadas en 1970 superaron en nada menos que en 475 veces a las realizadas en 1968. La importancia de. este rápido desarrollo se comprende fácilmente con la mención de los clientes y las obras en que han intervenido; como ser las explotaciones de la Dirección General de Fabricaciones Militares de Jujuy, Hierro Patagónico, Minera Aguilar, Yacimientos Carboníferos Fiscales, el Instituto Nacional de Geología y Minería, la Comisión de Energía Atómica, Gas del Estado, Acindar, Chrysler, Ford, General Motors, Fiat, Pirelli, Siam, Bagley, La Vascongada, etcétera... Entre las obras cabe mencionar, El Chocón-Cerros Colorados, Dique Las Maderas, Nihuil 3. Agua del Toro, Futaleufú, Portezuelo Grande, y por qué no decirlo, dado que están de actualidad, la remodelación de la Plaza de la República y la calle Florida. La concreción de nuevos proyectos dará origen a una mayor necesidad de mano de obra y en este sentido, la política seguida por la empresa tiende a incorporar el mayor número de operarios argentinos, actualmente sobre 65 personas que emplea Atlas Copco, solo 3 son extranjeros. Como el aires comprimidos es una técnica relativamente nueva y no existe mucha gente con experiencia, se deberá dar a cada operario una instrucción teórica y práctica adecuada. La formación de técnicos e ingenieros puede proseguir en la casa matriz de Suecia, donde funciona una mina experimental; o en algunas de las subsidiarias que la empresa tiene distribuidas en el mundo. Las nuevas técnicas de explotación, una constante investigación de la situación argentina y la provisión de equipos respaldados por varios años de prestigio, le han permitido a Atlas Copco integrarse al dinámico desarrollo de la República Argentina, refrendando con hechos concretos su slogan publicitario: “Atlas Copco pone el aire comprimido al servicio del país, y del mundo”. ♦ Revista Dinamis 11/1971 |