Mágicas Ruinas
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Reportaje a Sandro

1969 no fue un año más para Sandro. Indudablemente, este ha sido "El año / de Sandro", ya que el ídolo supo de triunfo tras triunfo en estos últimos meses, que fueron como una catapulta que lo proyectó a un plano de definitiva primacía.
Sandro es hoy no solamente un ídolo de Argentina, sino un ídolo de todo el continente. De allí que no resulta ampuloso sino fiel reflejo de una realidad su título de “Sandro de América” (así se llama, precisamente, su último larga duración). Cuando un artista logra como él encabezar las listas de mayor venta discográfica en varios países latinoamericanos, cuando logra, asimismo, batir records de recaudación en boleterías con su película “Quiero llenarme de ti” e impactar hasta el delirio en sus presentaciones en televisión o en clubes, esto revela un hecho que no puede definirse como casual. Revela la potente magnitud de un astro que supo conquistar a los públicos más diversos, evidencia la capacidad de un artista que sabe establecer una comunicación directa y espontánea con sus espectadores, calar profundamente en su emotividad.
Pues bien, frente a todo esto cabe una pregunta: ¿Cómo vive Sandro su hora de gloria? ANTENA entrevistó al famoso cantante para que fuera él mismo quien satisficiera este interrogante:
—Ustedes me preguntan cómo vivo mi “hora de gloria”... ¿No les parece exagerado lo de gloria?
—Sinceramente, Sandro, creemos que no. Lo que queremos saber es si se siente modificado por sus triunfos.
—No sé lo que pensarán los demás, pero yo sólo puedo decirles que me siento igual que antes, igual a cuando era un muchachito con unas ganas enormes de cantar y de comunicar mi mensaje a todo el mundo. Entonces, como ahora, sólo estaba seguro de la autenticidad de mi vocación. Claro que han pasado muchas cosas en mi vida desde entonces; algunas, ingratas; las más, dichosas; pero ninguna hizo que se me subieran “los pajaritos a la cabeza”.
—¿Cómo se definiría usted actualmente?
—Soy un muchacho tímido, bastante vergonzoso y humilde. Me gusta la sencillez en todos los órdenes de la vida.
—¿Cómo puede un triunfador ser tímido, vergonzoso, humilde y sencillo? ¿No es una contradicción?
—No sé si soy un triunfador, porque, si bien he logrado cosas importantes, considero que es mucho más lo que me queda por conquistar. Nunca uno es triunfador en el sentido pleno de la palabra; soy, simplemente, un cantante popular, con muchos éxitos. Eso, y el sentirme comprendido y querido por el público, es para mí lo máximo a lo que un artista puede aspirar.
LAS ARMAS DEL ÍDOLO

En boca de otra persona, estas palabras pueden sonar como huecas, artificiales, como un intento de simular humildad. Pero en Sandro sabemos que no. Sabemos que estas palabras dichas por Sandro, lejos de ser pura pose, constituyen la expresión sincera de un rasgo auténtico de personalidad. Sandro es así, como fue siempre; no necesita fingir lo que no es. Estas son sus mejores armas: honestidad profesional, seriedad, humildad.
—¿Por qué sus canciones recorren América?
—No lo sé, no puedo saberlo. Quizá porque llevan un mensaje que no reconoce fronteras, un mensaje que es sentido por todos los hombres y mujeres, sin distinción. Yo sólo canto; el éxito viene sin que lo busque. Escapa a mis cálculos.
—¿Cuándo se estrena su último filme?
—“La vida continúa”, que es la segunda película que me cuenta como protagonista (la primera fue “Quiero llenarme de ti”). se estrenará en Buenos Aires el 4 de setiembre.
—¿Filmará otra?
—Sí. En octubre, de no mediar inconvenientes, comenzará el rodaje de mi tercer filme. Se llamará “El Gitano”.
Sandro es un muchacho nervioso, tenso como un junco o una cuerda a punto de vibrar. Sin embargo, adivinamos que está buscando ansiosamente tranquilidad, que su cuerpo y espíritu le piden un poco de paz.
—¿No ha sido demasiado intensa su actividad, últimamente?
—Sí, por supuesto que sí. El esfuerzo que tuve que desarrollar ha sido muy grande. Hubo momentos en que creí que me desmayaría en escena. Se me concentró todo el trabajo en un lapso relativamente breve: cine, televisión, grabación de discos, giras. Es cierto que el halago del aplauso del público es muy grande, pero la salud tiene sus exigencias. Yo estoy al borde del agotamiento.
—¿Cuáles serán sus tareas futuras?
—Como ustedes saben, ya finalicé mi intervención en “El Special”, por Canal 9, pero debo actuar en varios espectaculares. Por otra parte, ya tengo casi totalmente grabado mi décimo larga duración, qua saldrá a la venta en diciembre. Después del estreno de mi película partiré a Chile, y de allí a Venezuela, Costa Rica, México y los Estados Unidos, para cumplir con una serie de importantes actuaciones. Pero antes de todas estas obligaciones se me producirá un breve intervalo... ¿Saben qué haré?
—No. Confesamos que no tenemos idea.
—Me fugaré, me iré a un lugar en donde nadie me conozca, aunque sea en Oriente. Y allí me entregaré a un descanso que ya no puedo eludir.
Revista Antena
12/08/1969
 

Sandro de América

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