Mágicas
Ruinas
crónicas del siglo pasado
![]() |
LA PRENSA DE LOS SINDICATOS
ARGENTINOS POR ARMANDO STIRO La progresiva gravitación de las masas en la vida social y política argentina —secuencia y paralelo, a la vez que gemelo proceso, de la incidencia de dicha entelequia en Europa—, impregnó con su acento multitudinario y avasallador distintas facetas del prisma que conforma y dispersa en variadas direcciones los rayos de la acción ciudadana. Una de las radiaciones de ese policolorido prisma la constituye la aparición de la prensa gremial, del periodismo gremial: las masas, en nuestros días, en su avance incontenible hacia un destino que sólo ellas vislumbran en su arcana intuición, han penetrado su cuña en el periodismo y han hecho de él una nueva arma de combate. ![]() precisamente resulta ser el que más nos interesa. Fijemos la mirada en su estado actual. PAISAJE ![]() falsa orientación puede provocar catástrofes. Toda esta labor se realiza en medio de la actividad cotidiana del sindicato: el salón colmado de obreros que van a informarse, grupos de distintas subcomisiones que están reunidos para debatir conflictos, discusiones agrias a fuer de sinceras, exclamaciones que suenan como rotundo estampido, mientras un bullente murmurio vibra en el ámbito, convertida la atmósfera en una densa nube de humo de cigarros. . . PERIODISTA GREMIAL Penetramos en uno de estos sindicatos, abriéndonos paso por entre abigarrada muchedumbre de trabajadores. Queremos entrevistar al director de uno de los periódicos gremiales de mayor circulación en todo el país, un periódico que tira habitualmente 100.000 ejemplares, cifra a que alcanzan pocos diarios de la capital. El periódico se llama “Unión Obrera Metalúrgica” y es órgano oficial de la Unión Obrera Metalúrgica de la República Argentina; su director se llama Sabas Ramón Avendaño y es un viejo militante sindical. Avendaño nos recibe en mangas de camisa, sonriente y cordial. Conocemos su intensa trayectoria gremial y periodística: a los diez años empezó a trabajar en la editorial del diario “Los Principios”, de Córdoba, cosiendo libros; luego pasó al taller, para sacar pruebas; allí se encariñó con la imprenta; poco después pasó al diario “La República” y de éste a “La Voz del Interior”, ya como corrector de pruebas y finalmente como redactor; en este lapso, sin pertenecer al gremio y únicamente por vocación sindical, fué secretario de actas ad-honorem del Sindicato de Resistencia de Chauffeurs de Córdoba; desde 1940 actuó en el gremio de los metalúrgicos y en 1942, cuando se desprendió del Sindicato de la Construcción la rama de ascensores, fué designado miembro de la comisión administrativa de ella, ejerciendo poco después la secretaría general de la mencionada rama; al incorporarse dicha “rama” a la Unión Obrera Metalúrgica, resultó electo vocal en la comisión administrativa de este importante sindicato y en el año 1943 se le confió la dirección del órgano oficial, con el cargo de secretario general de prensa; el periódico se inició con una tirada de 5.000 ejemplares y desde hace un año alcanzó una cantidad habitual de 100.000. Avendaño actúa en la dirección del referido periódico con la eficaz colaboración de su esposa, espíritu culto y abnegado que lo acompañó sin desmayo a través de su azarosa existencia de luchador y periodista gremial. LA DIRECCIÓN Emprendemos el obligado reportaje: —¿Cómo ha organizado usted, y cómo encara la dirección del periódico de los metalúrgicos? —La he encarado —nos contesta— sobre una base estrictamente seria y responsable. Entiendo que un periódico gremial no se edita para ensalzar a nadie, sino para pulsar las inquietudes del gremio; he querido, limando asperezas y dando nueva modalidad al sentir obrero, presentar un periódico sano, con ideas, con inquietudes surgidas de cada individuo. De allí mi prédica constante para que cada obrero se sienta factor indispensable en la vida del órgano periodístico, dándole a cada uno la noción cabal de su “co-responsabilidad” en su publicación, vibrando con cada problema que concierna a la colectividad metalúrgica, para que sobre sus soluciones piensen obreros y patrones y tomen ejemplo propios y extraños... —¿Qué concepto tiene usted, Avendaño, del periodismo gremial? —Exijo, especialmente en el periódico que dirijo, la exclusión de toda clase de términos altisonantes, pues entiendo que un periódico sindical es el pulmón del gremio. Las ideas, los anhelos, las inquietudes de cada obrero deben entrar allí y salir depuradas, si es posible; pero respetando fielmente la intención del que escribe o tratando de interpretar las colaboraciones que lleguen hasta la mesa de redacción... —¿Qué cualidad cree usted que debe tener el periodista gremial? —Creo que debe sentirse penetrado hasta las propias raíces de las inquietudes, ideales, luchas, derechos y deberes de la masa trabajadora. Imparcial en sus juicios, sus comentarios deben ser siempre hechos con enfoque objetivo; ágil buceador del alma humana, debe extraer lo mejor de cada individuo para orientar a las masas hacia un futuro mejor y extirpar los odios. Sus artículos deben ser, sí, siempre un alerta; pero condicionados por ideales de fraternidad y lealtad. . . EL FUTURO —Una última pregunta, señor Avendaño: su opinión sobre el futuro ideal de la prensa gremial. —Preveo para la prensa gremial un futuro venturoso. La conciencia de los trabajadores se ha despertado y hoy leen con fruición, con ansia de saber. De allí que la prensa gremial de hoy debe tender, para bien de todos, a que sus artículos trasunten la verdadera inquietud, seria y responsable, de los compañeros de todas partes del país. Es indispensable establecer el parangón de vidas, de ambientes, de salarios, de productividad, para que se conozca con exactitud el grado de rendimiento de nuestra masa laboriosa; que sus columnas reflejen un deseo de hermandad con todos los trabajadores. Cuando por medio de la prensa gremial se obtenga la consolidación de la dignificación del trabajo, la unificación integral de los trabajadores, el respeto absoluto por los derechos conquistados, el fiel cumplimiento de los deberes que corresponden a los factores capital y trabajo, y que cada trabajador sea un paladín de los órganos gremiales y sienta sobre sí la responsabilidad de su porvenir: ese día, la prensa gremial habrá alcanzado el futuro ideal con que sueñan todos los trabajadores de la tierra... Revista Argentina 01.04.1949 |
![]() ![]() ![]() |