Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Pinky
Pinky. Las leyes del estrellato

Ahora tiene 34 años y hace 14 que está adscripta al mundo del espectáculo de la Argentina, del que se las conoce todas, malas y buenas. Nació 5 años después que la TV argentina y pertenece a ella, fuerte, totalmente: “Creo que no existiría sin televisión”, entiende.
Todavía, cada vez que sale de viaje (o cuando tiene que completar con sus datos personales alguna papeleta importante) en el casillero correspondiente a su profesión indica: PINKY.
Esa simpleza contundente para asumir su profesionalidad es lo que la mantiene viva en el “show business” local. Eso y ser una mujer.
Una mujer —como verán en la nota que sigue— inteligente, sagaz, calculadora, vanidosa, depresiva, interesada, atractiva, agradable, egoísta, bastante temblequeante de salud, sin pelos en la lengua, lo cual para el reportaje fue una suerte.
El encuentro fue en el departamento de Pinky, frente al Jardín Botánico, en Buenos Aires. Estábamos Pinky, el fotógrafo de EXTRA, un grabador y yo. La cosa empezó bastante fría y culminó en las cumbres de la sinceridad.

Por CARLOS ULANOVSKY

EXTRA: Queremos que hables de todo el mundo del espectáculo. Suponemos que en 14 años de estar en la cosa podés gozar ya de una verdadera independencia de criterios y hablar de quien se te de la gana, con entera libertad y tranquilidad. ¿Nos equivocamos o seguís dependiente?
PINKY: No, puedo hablar de cualquiera.
EXTRA: Bueno, empezamos. ¿Qué es para vos la estrella?
PINKY: No necesariamente es un ser talentoso en su materia. No siempre la mejor actriz es la estrella. Por ejemplo: Norma Aleandro, a mi entender, es la mejor actriz que tiene la Argentina, y no es estrella. Mirtha Legrand, a quien no le exigieron una demostración de talento permanente como a Norma Aleandro, es una estrella
EXTRA: ¿Y a qué se debe?
PINKY: Mirá, no tiene nada que ver con la actitud profesional. Se debe a factores indefinibles y al ángel, posibilidad de comunicarse con la gente, despertar su simpatía, su ternura, su amor o su odio...
EXTRA: ¿Lo tuyo es ángel?
PINKY: Creo que sí.
EXTRA: ¿Y dónde queda tu ángel?
(Se va del tema y yo no me doy cuenta. En la huida, relata: lo que hace actualmente en TV —persona en “Proceso 70”; “show-woman” en “Special”; periodista en “La hora del ídolo”—, que avisos comerciales hace uno que otro a las perdidas, porque le pagan muy bien, y que en 1959, en el tercer año de su fama, una encuesta nacional la declara Mujer del año junto con Arturo Frondizi.)
PINKY: (Sigue como si nada): La gente debe de haber percibido algo de mi persona, no sé bien definirlo...
EXTRA: Animate.
PINKY: Y, lo que pasa, es que a mi la gente me gusta. Frente a la gente que delante de mí no está a la defensiva. mi primer impulso es de afecto y darle lo mejor que soy...
EXTRA: ¿Y cuando están en televisión. cómo haces para imaginarte a tu afectuoso interlocutor si no lo podés ver?
PINKY: Y, como no lo veo, yo sé que no puede haber réplica, no puede haber un “Cállese la boca”, y entonces trabajo tranquila. Y con mucha verdad. No es como en la vida de sociedad, en que una se retacea un poco, por temor a lo que le va a decir la persona que tiene enfrente.

EL ESTRELLATO
EXTRA: ¿En qué momento de la carrera se siente uno estrella?
PINKY: Cuando en favor o en contra, comienza a importarle a la gente. Como el caso de Mirtha Legrand...
EXTRA: Otra vez la Legrand en la conversación. ¿Te pondrías a almorzar en cámaras, como ella?
PINKY: Debo decirte que ese programa fue pensado para que lo haga yo. Después se lo propusieron a otro, como sucedió tantas veces.
EXTRA: ¿Qué es el dinero?
PINKY: Lo que te posibilita tener cosas. Y la falta de dinero es una cosa muy angustiante.
EXTRA: ¿Una estrella puede andar tirada?
PINKY: En la intimidad, sí. Para afuera, siempre debe permanecer estrella, aunque tenga un agujero de hambre en el estómago.
EXTRA: ¿Qué es el éxito?
PINKY: No el éxito entre tres o cuatro. El éxito del mundo del espectáculo es un éxito trascendente y masivo.
EXTRA: ¿Qué es eso que se llama el mundo del espectáculo?
PINKY: Algo, que casi siempre, no se ajusta a lo que la mayoría cree que es. En general se cree que está integrado por un conjunto de sinvergüenzas que se la pasan de fiesta negra en fiesta negra; borrachos, drogadictos y cambiando de mujeres todos los días. Y no. Normalmente, no es así.
EXTRA: ¿Y por qué la gente cree lo que decías en principio?
PINKY. Por los advenedizos, trepadores, los que no tienen nada que hacer en ese medio. Gente sin talento y que buscan la oportunidad a través del escándalo.
EXTRA: ¿La fama es puro cuento?
PINKY: Depende de cuánto dure.
EXTRA: ¿Y a vos cuánto te duró?
PINKY: A mí todavía me dura.
EXTRA: ¿Es lindo tener fama?
PINKY: Claro, yo elegí esto porque entre otras cosas me gusta la fama Hubiese seguido la Facultad de Ciencias Económicas, por ejemplo, y ahora sería empresaria.
EXTRA: La fama, ¿qué gusto, forma o color tiene?
PINKY: La fama es como el amor.
EXTRA: El amor, ¿cómo?. ¿Hacer el amor o el amor en si?
PINKY: El amor en sí. Con momentos de felicidad sensacionales y otros tremendamente dolorosos, de incomprensión, angustia y soledad.

LA LINEA MEDIA
PINKY: Entre el pueblo que me quiere y yo hay una línea media, cierto escalón de la sociedad, los advenedizos de los que te hablé, que son los que más me amargan. Y están en muchos lados...
EXTRA: ¿En qué lados?
PINKY: Hay seudoperiodistas, gente que escribe en algún lado, gente que tiene ciertas inclinaciones encontradas con su sexo original...
EXTRA: ¿Vos hablás de los afeminados?
PINKY: De los afeminados y de las lesbianas, homosexuales en general. No sé si sabés que el mundo del espectáculo los desvive y se vuelven locos por entrar. Además, se da que quieren a cierto tipo de mujeres.
EXTRA: ¿A vos?
PINKY: Tengo alguno que me quiere. Y si te quieren son incondicionales, pero si te odian, agarrate. Hay muchos afeminados que quieren a Nélida Roca, que la idolatran. Y les gusta estar en este clima, el chisme. Le cual no quiere decir que yo no tenga respeto por los homosexuales. Pero entre tanta indefinición, entre los que quieren ser y no son, los que quieren estar y no están, arman una línea media de escándalos, mentiras, vergüencitas, que se interpone entre el artista y el pueblo.
EXTRA: Y, ¿cuál fue la peor maldad que inventó sobre vos la línea media?
PINKY: Un día inventaron que me habían encontrado a mí, Augusto Bonardo y Pedrito Rico...
EXTRA: La línea media, otra vez.
PINKY: (Se ríe)... tomando drogas en una hostería en Longchamps. Y yo hacía un año que no vivía en Buenos Aires. Esas cosas lastiman. Si yo me drogara, me la aguanto piola.
EXTRA: El ambiente artístico, ¿es una porquería?
PINKY: De ninguna manera. El ambiente no es la línea media, es la gente que trabaja. Si uno trabaja no puede estar en la festichola y en la pavada permanente.

LAS LUCES MALAS
EXTRA: ¿Qué pasa cuando alguien se siente famoso?
PINKY: Se marea.
EXTRA: ¿A vos te pasó?
PINKY: ¡Uuuuuu! Yo creía que era la reina de Saba. El país era mío, yo tenia la llave, nadie era mejor que yo, yo la única, miraba a todos por arriba del hombro.
EXTRA: ¿Y quién te bajó del caballo?
PINKY: Yo sola, No sos la reina ni la más importante, bajate del caballo si no te vas a quedar sola como un perros. Sos una profesional apta, que puede ser simpática cuando quiere. Una se marea con los cambios tan violentos. Una noche me acosté como Lidia Satragno y me levanté Pinky. En un año era la persona más conocida de Buenos Aires. Todavía hoy, prueba del éxito, hay bares, peluquerías. almacenes, perros, gatos que se llaman Pinky.
EXTRA: Una estrella, ¿tiene que fingir todo el tiempo?
PINKY: Fingir no, pero tiene que disimular cuando se siente muy mal, que no es lo mismo. Cuando está triste o siente dolores físicos debe disimularlo, porque se supone que es una estrella y hay gente a la que no hay que preocupar más de lo necesario.
EXTRA: ¿Qué sentís vos que te exige la gente?
PINKY: Que haga las cosas bien, que me emplee a fondo.
EXTRA: ¿Tener qué cosas del mundo es para vos ser exitosa?
PINKY: Trascendencia popular, masiva.
EXTRA: Para una estrella, ¿qué es lo más. lo más, lo más prestigioso?
PINKY: Tener un problema, llegar a un ministerio, decir "Buenos días, quiero hablar con el ministro,” y me dijeran, “Ah, si, espere un momentito”, y en cinco minutos estar adentro.
EXTRA: ¿Con qué ministro te pasó?
PINKY: Con uno de Educación, no me acuerdo su nombre. Le fui a pedir que reincorporaran a mi hermana que se había quedado libre en el colegio. (Risas, risas, risas.)

DIOS APARTE
EXTRA: ¿Cuánto dura la buena?
PINKY: No se sabe. Si es auténtica, como Troilo, dura toda la vida.
EXTRA: Pero a Troilo lo inventaron hace poco...
PINKY: Lo inventaron los chantunes de la calle. Nosotros inventamos a Troilo ni bien lo conocimos. O sea, él es un ídolo. Libertad Lamarque es un ídolo. La Merello.
EXTRA: ¿Para qué sirve un ídolo?
PINKY: Para que la gente lo llore dolorosamente cuando se muere.
EXTRA: ¿Para nada más?
PINKY: (!)
EXTRA: Y entonces, ¿cuando está vivo?
PINKY: Cuando está vivo muchas veces lo niegan.
EXTRA: ¿Cuáles son las distintas formas posibles del ascenso al estrellato?
PINKY: Hay muchas maneras de ascender. Dependen de cuánto tiempo quieras quedarte en la punta. Si uno quiere quedarse mucho tiempo en la cima, entonces tiene que ascender de acuerdo a su esfuerzo personal, a su talento y a su posibilidad de sacrificio. Si uno quiere ascender rápido, bueno, para eso sirven las relaciones, las conveniencias del momento, estar junto a gente que tiene en sus manos la producción del espectáculo. También la falta de escrúpulos, el no hesitar frente a la posibilidad de terminar con alguien que está encima de uno.
EXTRA: ¿Cuesta mucho llegar sin trampas, sin ayuda?
PINKY: Lo que cuesta no es llegar, lo que cuesta es permanecer. Llegar, llega mucha gente, y son un chispazo, apenas.

SE DICE DE MI
EXTRA: ¿Cómo es el mecanismo del rumor en el mundo del espectáculo?
PINKY: Empieza con alguna frase que un cretino cree afortunada. Por hacerse el gracioso la lanza, otro la escucha, y a su vez le agrega un poco de su cosecha. Cuando, por fin, llega a publicarse, es una infamia mayúscula.
EXTRA: ¿Me podés dar un ejemplo referido a vos?
PINKY: Un día dijeron: “A Pinky la operaron, tenía un tumor en el pecho”. Un gracioso dijo: “Ah, bueno, entonces ya no tiene más ni tumor ni pecho”. Un diario de la tarde sacó un titular —hablando de la cabeza de bronce, esa que está ahí, del escultor Víctor Marchese—. El busto que faltaba. A mí nunca me cortaron nada, afortunadamente. Pero es una cosa muy fea, muy desagradable, en especial para una mujer que está en vitrina pública. Pero la perversidad está en utilizar ese título, sabiendo que la gente no habla de otra cosa. Pero todo puede acabar cuando dos veranos después la estrella se cruce en una playa con el periodista y la estrella luzca una bikini un poco escandalosa y se den cuenta que es mentira.
EXTRA: Una vez arriba, ¿te vengaste de alguien o de algo?
PINKY: Sí, me vengué, pero no por estrella. Igual me hubiera vengado siendo estudiante, por ejemplo. Yo no perdono las que me hacen. Espero y me vengo.
EXTRA: ¿Qué forma tiene un monstruo sagrado?
PINKY: Y, la figura de Luis Sandrini. por ejemplo.
EXTRA:¿A qué le teme un monstruo?
PINKY: A que lo dejen de querer, a perder el lugar. Y a él le temen los que envidian su lugar.
EXTRA: ¿Qué opinión tenés de las estrellas de antes?
PINKY: Que eran más estrellas que las de ahora. Y también en número.
EXTRA: ¿Vos hubieras sido una estrella en la década del 40?
PINKY: No, porque la televisión no existía.

HACIENDO NOMBRES
EXTRA: Te tiro nombres y vos me respondés con lo primero que te surja ¿Okey?
PINKY: Dale.
EXTRA: “Radiolandia”.
PINKY: Cosa fundamental en el mundo del espectáculo. El que diga que no lo emocionó verse retratado en la tapa de “Radiolandia” por primera vez, es un macaneador de primera. Inventan cosas, pero no agreden gratuitamente ni dañan. Y hasta adivinan: adivinaron el romance de mi marido y yo.
EXTRA: ¿El resto de las revistas especializadas?
PINKY: Están en una línea de maldad y escándalo que no es positiva.
EXTRA: ¿Y el periodismo especializado?
PINKY: A veces se equivoca de persona al elegir protagonista de un escándalo.
EXTRA: Gente a la que le tengas “bronca”.
PINKY: Alberto J. Armando, Narciso Ibáñez Menta, Colomba.
EXTRA: ¿Por qué?
PINKY: Armando, porque era mi amigo y frente a un crack económico que yo tuve resucitó una cuenta, que yo no sabía que no estaba pagada, y me embargó hasta el sillón en donde vos estás sentado. Ese sillón, el piano, el combinado aquél, el sillón en donde estoy sentada yo, los televisores, todo está embargado por Alberto J. Armando. Y entonces, ¿qué querés, que lo quiera? ¡Lo detesto!. Ibáñez Menta: porque yo era la novia del hijo; entonces, esas mismas cosas macabras que hacía por televisión me las hacía a mí personalmente. Colomba, porque es una idiota.
EXTRA: ¿Podrías haberte casado con un tipo que no fuera del ambiente?
PINKY: No, creo que no me hubiera casado nunca si no lo hacía con alguien del espectáculo.
EXTRA: ¿Sigue en vigencia el mito de los grandes sueldos?
PINKY: Ya no. Pero ni ahora ni antes, la gente se pone a pensar cuánto me cuesta a mí mantener a Pinky. Ninguno de mis trajes de noche vale menos de 350 mil pesos.
EXTRA: El público, ¿entiende algo?
PINKY: Claro, entiende todo.
EXTRA: ¿Vos sos una tipa malísima?
PINKY: No, yo soy una tipa rencorosa.

EL JUEGO EN QUE ANDAMOS
EXTRA: ¿Mancera?
PINKY: Es muy bajito.
EXTRA: ¿Televisión?
PINKY: Formidable.
EXTRA: ¿Shows?
PINKY: Buenos y malos.
EXTRA: ¿Radio?
PINKY: De lo más fascinante que existe
EXTRA: ¿Hugo Guerrero Martinheitz?
PINKY: No me gusta.
EXTRA: ¿Cacho Fontana?
PINKY: Es muy buen vendedor.
EXTRA: ¿Teleteatros?
PINKY: “Cosa juzgada”.
EXTRA: ¿Canal 7?
PINKY: Canal del Estado.
EXTRA: ¿Canal 9?
PINKY: Alejandro Romay.
EXTRA: ¿Canal 11?
PINKY: Buenas series.
EXTRA: ¿Canal 13?
PINKY: Frialdad.
EXTRA: ¿Antonio Carrizo?
PINKY: Es muy alto y a veces cálido.
EXTRA: ¿Talento?
PINKY: Muchos nombres. Pero, Stivel.
EXTRA: ¿Fiestas negras?
PINKY: No conozco eso, jamás estuve en ninguna.

R.I.P. . INKY
EXTRA: ¿Qué es lo único que te falta?
PINKY: A mí, morirme.
EXTRA: ¿Y cuando te mueras?
PINKY: Espero que me hagan un monumento. Tengo todo mi entierro preparado; ya dije quiénes no pueden entrar a mi velorio.
EXTRA: ¿Ser Pinky es una profesión?
PINKY: Con los años va a llegar a serlo.

Revista Extra
08/1970
Pinky

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