Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Les Luthiers
LOS JUGLARES DE HOY
Tomar la música seria en solfa puede parecer irreverente. No lo es cuando lo hacen “Les Luthiers”, porque sólo los instrumentos son informales; el resto, talento

Interpretar a Bach con una manguera, un embudo y una ¡ata de aceite puede parecer una irreverencia. Lo mismo que “atacar” una sonata de Mozart con un bombo legüero y una calabaza para mate. Sin embargo, críticos y amantes de la música clásica aplauden a rabiar las mordaces parodias de Les Luthiers, un cuarteto desprendido recientemente de I Musicisti, la delirante troupe que batió records en el Inst. Di Tella.
El nacimiento de este nuevo género musical, que sus creadores bautizaron música-humor, tuvo lugar hace dos años en Tucumán, durante el festival de coros universitarios. Allí, ante el estupor de la concurrencia, diez integrantes del Coro de Ingeniería estrenaron "La cantata Laxatón”, para solistas, coro e instrumentos informales. Pese a haberse ensayado en el ómnibus que los condujo desde Buenos Aires, la obra salió milagrosamente afiatada y fue ovacionada. De ahí en adelante, I Musicisti emprenderían un itinerario vertiginoso, que incluyó actuaciones en Telecataplum, en el teatro Artes y Ciencias -8“Mens Sana in Corpore Sano”), hasta quedar consagrados el 8 de mayo último con IMYLOH —siglas de I Musicisti y las Operas Históricas— una cruel ridiculización del género lírico que desbordó el Di Tella durante 4 meses.
El éxito, sin embargo, tendría un epílogo inesperado: el 6 de setiembre último, Gerardo Masana, "alma pater” del conjunto, decidió alejarse. Lo siguieron Daniel Rabinovich (eximio intérprete del latín, una mezcla de lata y violín), Marcos Mudnstock, con su gom-horn (3 metros de manguera con un embudo en la punta), y Jorge Maronna, responsable del contrachitarrone da gamba, especie de guitarra de pie ejecutada con arco de violoncelo. Así surgieron Les Luthiers, nombre de los fabricantes de instrumentos.
Ahora el cuarteto "desconcertante” piensa seriamente en su futuro. Aunque no lo manifiestan, Les Luthiers acarician un horizonte económico. Para ellos, I Musicisti era un ensamble informal, movido más por la amistad y la diversión que por un interés profesional. Por el contrario, los ambiciosos planes de Les Luthiers apuntan alto. Mientras se disponen a reponer IMYLOH el próximo 6 de noviembre, preparan febrilmente su debut, antes de fin de año, en el show de mayor rating de la TV local. El siguiente escalón lo treparán en enero, cuando graben un long-play con "La cantante Laxatón”. Pero el envión decisivo vendrá cuando se decidan a satirizar la música folklórica, y el tango, pues como bien saben Les Luthiers, “para gozar con una parodia de Bach se debe conocer y amar a Bach”. Ellos no desean mantener esa imagen de “exquisitos” con que se atacó a I Musicisti. Pero su espíritu sigue incólume. Masana es categórico: “Si no nos divirtiese, no lo haríamos”.
Revista Siete Días Ilustrados
31.10.1967
 

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