Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

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por Dorita
actriz de talento: SARA PROSPERI

HACE ya muchos años que esta notable actriz ocupa la atención del público porteño.
Hoy, por sus transmisiones radiofónicas; ayer, a través de las obras teatrales que representara. Y siempre con el mismo sello distintivo: el de la artista que vive la intensidad de su papel más humano, más fuerte, más sensible. Así, volcándose por completo en la interpretación de sus actuaciones, Sara Prósperi se ha ido ganando en el corazón del públicos un lugar de privilegio. Pues si bien el humano papel de la madre comprensiva y buena de "la familia de los Pérez García", la popular audición que se transmite por Radio El Mundo, le ha dado a "doña Sara" una fisonomía distintiva un poco egoísta si se quiere, ya que no se puede concebir a la actriz en otro papel —por lo menos eso le ocurre al gran público que la sigue—, no es menos notorio que la ductilidad de Sara Prósperi le permitiría interpretar los papeles más diversos, aun despojándose de ese halo de bondad que la mencionada audición radial le ha otorgado.
Ella lo ha demostrado cuando las circunstancias de la vida la llevaron a tener que afrontar papeles superiores a su capacidad, no tanto artística, sino la que se adquiere tras la experiencia. Porque, sin lugar a dudas, si la notable artista pudo dar desde un principio los pasos más arriesgados en procura de un renombre en el medio teatral fué porque el ansia de triunfar la impulsó. Pero fué necesario verse frente a responsabilidades mayores de las que a aquella edad podía tener para que su esfuerzo se agigantara y cobrara brillo.
Porque el éxito iluminó siempre el sendero de su carrera artística y ha de seguir siempre así. En ella hay una voluntad férrea unida a una vocación, y con ese rico caudal no se puede fracasar.
Revista PBT
12.06.1953

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